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por Dayana Moreno H 14 oct., 2020
La interacción social en los niños no solo es un factor asociado a la diversión y el esparcimiento, sino que se vuelve en un elemento critico cuando se trata del desarrollo de la identidad personal y social, así como de su misma personalidad , es allí donde el relacionamiento juega un papel importante para el desarrollo de un ser humano adulto autónomo, independiente y seguro de si mismo, ya que de acuerdo con muchos estudios de psicología la identidad y la autoestima tiene una estrecha y directa relación. Cuando observamos a las personas, sus redes sociales o sus conversaciones, podemos ver que la gente puede describirse a si misma a través de sus rasgos: alegre, extrovertido, introvertido etc. o, a través de los grupos sociales a los cuáles pertenece: medico, ingeniero, artista etc., es lo que la psicología define como el auto-concepto , lo que es el constructo de dos identidades: La identidad social y la identidad personal, en donde este desarrollo esta muy basado en las relaciones que construimos desde la primera infancia y la calidad de las mismas, de allí radica su importancia. El primer relacionamiento de todo niño es con sus padres, donde el vinculo afectivo cobra alta relevancia en la seguridad emocional e identidad de los más pequeños, igual a través de estas interacciones se comienza a establecer una visión particular del mundo, basada en una concepción de valores, normas y principios que dan fundamento a la personalidad . Por otro lado, durante el crecimiento del niño se desarrolla conflictos con sus padres y cuidadores y dependiendo del buen manejo que se le de a estos, conllevan a ampliar el autoconocimiento de los niños en torno a sus gustos y preferencias, así como sus capacidades relacionadas con establecer solicitudes y generar acuerdos y concesiones que en el ser humano adulto son factores importantes para la vinculación y satisfacción social. En la etapa preescolar los niños comienzan a relacionarse con otros niños, lo que le permite desarrollar habilidades para crear y mantener relaciones , donde la resolución de conflictos, el proceso de comunicación, la iniciativa y la negociación son fundamentales en este proceso. De igual forma a través de las relaciones con sus amigos, se comienza a explorar y aprender factores tan importantes para la convivencia social satisfactoria como lo son la empatía, el compromiso, el respeto y valor por las diferencias , es por ello que la etapa preescolar juega un papel fundamental en la formación de dichas capacidades, ya que un proceso guiado de la mano de pedagogos y psicólogos profesionales en edades tempranas, aumenta significativamente la probabilidad de éxito en el desarrollo de las mismas. De acuerdo con María José Roldán, Licenciada en Psicopedagoga y Diplomada como Maestra de Educación especial por la Universidad de Barcelona, las amistades nos solo proporcionan una fuente de desarrollo de capacidades, sino que también proporcionan otra fuente de seguridad y apoyo en complemento con la seguridad y apoyo que reciben de sus padres, lo que es fundamental para el buen desarrollo de la inteligencia y la salud emocional de los niños. Dado todo lo anterior podemos entender la importancia de la creación de un circulo social más allá de la familia, que permita potencializar el desarrollo de los niños para convertirlos en adultos capaces, conscientes, seguros y satisfechos con sus vidas , que puedan colaborar en el desarrollo de la familia y la sociedad como un actor líder en el proceso. Todas las personas mayores fueron al principio niños, aunque pocas de ellas lo recuerdan. El Principito
por Dayana Moreno H 25 ago., 2020
En la actualidad por motivos del aislamiento y/o el trabajo o estudio en casa, la vida familiar se está viendo impactada, generando muchas veces conflictos o malestares que pueden afectar los estados emocionales de los miembros de la familia y hacer perder el balance que es tan necesario en este núcleo que es considerado como el pilar de la sociedad. Son varios los factores que pueden afectar la convivencia familiar , desde el aspecto económico, el cambio de la rutina laboral, escolar, poco espacio en casa, carga laboral por el teletrabajo y las labores del hogar, la enfermedad o miedos asociados a ella, el cuidado de los hijos entre muchos otros y esto hace que se produzcan problemas de convivencia que pueden afectar permanentemente la relación. Para poder mantener este equilibrio, los miembros de la familia tienen que colaborar mutuamente para generar acuerdos, precisar la forma en que hablan, el tono de voz que se utiliza, las reacciones que se tienen, los comportamientos que se muestran y abrir el dialogo para trabajar cualquier diferencia. Este equilibrio del que hablamos debe trabajarse desde tres miradas, la mirada individual, de pareja y de familia completa. Cada uno de los miembros que integran la familia podrán construir una relación sana con el entorno en la medida que trabajen y establezcan sus espacios individuales. Por otro lado, como eje fundamental de esta construcción es la pareja, quien debe abrir el dialogo en torno a normas, reglas y acuerdos de convivencia que contemplen las necesidades, requerimientos y gustos de todos en la mayoría de lo posible. El trabajo de los adultos facilita el desarrollo y equilibrio de los niños y adolescente, siempre y cuando también sean consideradas sus necesidades y gustos y se hagan participes del establecimiento de rutinas en casa. De igual manera es importante que logren evidenciar con el ejemplo comportamientos que nos necesarios para la convivencia, como lo es una buena comunicación, ya que no es posible decirles a los niños que sean obedientes, tranquilos y que colaboren, si los adultos muestran conductas intranquilas y de miedo y desesperación o no muestran disposición a un trabajo colaborativo en el hogar. Hilos de Colores cree fehacientemente que la familia tiene una incidencia importante en el desarrollo emocional y social de los niños, de esta forma se moldea su manera de pensar, de sentir, de tomar decisiones, de comportarse y de ver la vida, por lo cual en el ambiente donde crece el niño lo define como persona. Por esta razón, uno de los objetivos de la familia es preparar y educar al niño con bases de respeto, confianza, compromiso, amor y comprensión para que tenga una vida adulta exitosa y feliz y para ello un equilibrio en la convivencia familiar es indispensable. Para fortalecer o mejorar dicha convivencia factores tan importantes como el diálogo constante, el establecimiento de espacios privados e individuales para todos los miembros de la familia, el generar reglas y acuerdos en el desarrollo de las labores, el establecer horarios y rutinas sanas o el encontrar espacios de esparcimiento individual y colectivo que integre los intereses de todos los miembros se vuelve fundamental en este proceso.  No es necesariamente un proceso fácil, pero la disciplina, la constancia y el amor mutuo se convierten en ejes fundamentales para poder sobrellevar esto y adaptarse a la nueva normalidad. Hoy más que nunca se debe aprender a tener una mirada compasiva tanto con el propio ser como con el otro, trabajando desde la empatía y el entendimiento, apoyando a quienes lo necesiten en nuestras casas desde un conocimiento profundo de su situación actual que solo se logra a partir del dialogo y solicitando ayuda cuando se necesite, pero sobretodo y a pesar de las adversidades, teniendo el firme propósito de seguir construyendo de manera conjunta para salir adelante.
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